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'Un Texto Tan Rico e Inclusivo'

El siguente articulo fue publicado originalmente en Marzo 2001 en Sojourner: The Women's Forum. Esta presentado aqui con el permiso de la autoro y Sojourner.

Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas: La Guía Definitiva Para la Salud de la Mujer Latina
Por La Colectiva del Libro de Salud de las Mujeres de Boston
Siete Cuentos Editorial, 2000, $24

por Ana Ortiz
(Aviso a las lectoras angloparlantes: ¡Aprendan español inmediatamente!)

En el 1992, la Noyes Foundation proporcionó fondos para lo que parecía ser un "sencillo" proyecto de traducción: el tomar la más importante enciclopedia de la salud y la auto-ayuda de la mujer, Our Bodies, Our Selves, y producir una edición en español. En vez de acercarse a la tarea como una de traducción literal, el grupo de autoras, la Boston Women's Health Book Collective, buscaba crear un recurso que tomaría en cuenta las historias y los contextos particulares de las posibles usuarias, hispano-hablantes, y así evitar la clase de imperialismo conceptual que caracteriza esfuerzos de este tipo. El colectivo buscó y reclutó una red impresionante de colaboradoras del Caribe, América Central, y las naciones del cono sur; además amplificó el papel, en la redacción de las organizaciónes de Latinas que habian trabaiado en Our Bodies Our Selves, como Amigas Latinas en Acción Pro Salud.

La paradoja es que en crear una "adaptación" de este manual clásico de la auto-ayuda para una población especializada (es decir, las mujeres lati-noamericanas y las hispanohablantes en los Estados Unidos), el producto final resulta ser de mayor valor y utilidad para la hipotética "población general" que forma la base de lectoras de la versión en inglés. El trabajo impresionante realizado por las con- tribuyentes y las editoras de Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas ha creado un testimonio de gran alcance al principio de justicia social que afirma que es en at acto de atender a las necesidades de los sectores más marginados y con más grande desventaja socioenonómica que son atendidas las necesidades de la mayoría. La versión en español toma por dado un ambiente de políticas neoliberales agresivas -- incluyendo el retiro del estado de la provisión de las necesidades báisicas y un aumento en la comercialización de los servicios de salud -- que es la realidad vivida por muchas mujeres en los E.E.U.U. Los derrumbes de las infra-estructuras de la salud es una realidad demasiado común para las mujeres que viven en áreas rurales y en los barrios urbanos en los E.E.U.U. Los recursos culturales con los cuales las mujeres latinas se enfrentan a estos retos -- representados en el libro por una buena selección de poemas y testimonios, así como historias de organizaciones y movimientas políticos Latinoamericanos enfocados sobre la salud --son herramientas que deben ser integradas a las luchas y las prácticas de auto-ayuda de las lectoras "promedio" norteamericanas. El libro comienza con una sección titulada "Saber es Poder," que se parece superficialmente a la frase "knowledge is power" en inglés, aunque la frase en español tiene un doble sentido (ya que puede interpretarse como la equivalencia de dos nombres o de dos verbos) que refleja mejor el tema del activismo. Esta sección es lectura requerida para toda aquella persona que tenga necesidad de una descripción breve y bien organizada de cómo el desarrollo internacional afecta el bienestar de las mujeres, ya sean éstas ubicadas en el extranjero o en los Estados Unidos, y presenta claramente quién es culpable y saca beneficio del empeoramiento de la salud de las mujeres. En respuesta a este retrato de redes mundiales de opresión, el Grupo de Mujeres de San Cristóbal de Chiapas (como primeras autoras) provee un capítulo sobre cómo organizer para un cambio, que es suplementado por descripciones detalladas de estrategias de organización tomadas de ejemplos latinoamericanos y caribeños. La sección sobre cómo las organizaciones de mujeres han logrado formar coaliciones y alianzas masivas para obligar a los gobiernos a actuar sobre temas que varian desde la provisión de servicios de salud a las mujeres de procedencia africana (en Uruguay) a la reducción de la mortalidad materna (en Nicaragua) es verdaderamente inspiradora.

La segunda sección de Nuestros Cuerpos, "Cómo Cuidar por Nuestra Salud," hace una buena labor de presentar su materia desde una perspectiva bio-psicosocial. Se destacan como logros excepcionales los capítulos sobre el ejercicio (adaptado principalmente por activistas venezolanas), y sobre la salud ambiental y laboral. Aunque el capítulo sobre la nutrición reconoce los límites estructurales impuestos sobre las decisiones hechas por las mujeres acerca de las comidas, no hace una labor adecuada de presentarles con guías sobre cómo "escoger el menor de dos males" en situaciones difíciles (como el estar encarcelada). Aún así, me complació ver material incluído sobre la salud dental y sobre las insuficiencias de micro-nutrientes. En contraste, el capítulo sobre "mujeres en movimiento" discute actividades que varian desde aquellas que requiren muchos recursos (como la natación en piscinas), a la yoga y la meditación, que pueden ser realizadas por personas con graves limitaciones de espacio y/o equipo.

Como los capítulos en la primera sección, el capítulo sobre la salud ambiental y laboral pone en claro la relación entre la situación nacional en los E.E.U.U. y la situación internacional. El capítulo facilita el entender la futileza de perseguir exclusivamente estrategias legislativas para obtener mayor seguridad en los lugares de empleo (ya que una puede ver que las leyes son igual de detalladas e ignoradas en Argentina como en los Estados Unidos), y también ayuda a que las obreras vean sus situaciones marginadas como parte íntegra e intencional del nuevo capitalismo mundial. Las mujeres que laboran dentro de los complejos industriales de las prisiones de los Estados Unidos seguramente se identificarán con las obreras de zona franca, que se enfrentan a retos parecidos cuando intentan organizarse.

Vale la pena señalar los problemas con esta sección del libro, porque vuelven a repetirse en las úlitimas dos secciones, cuyos enfoques son la maternidad y la salud reproductiva. Aunque los procesos psico-sociales están bien integrados en todos los capítulos, el capítulo sobre la salud mental es demasiado breve y no toma en cuenta la problemática del poder, que es tan visible en el resto del libro. Tal vez por causa del silencio y la verguenza que acompañan las condiciones llamadas "enfermedades mentales," aquí no encontramos testimo- nios o ejemplos de mujeres organizándose, aunque hay grupos activos en esta área que podrían incluirse como ejemplos (como los cúbes sociales de ex-pacientes de hospitales psiquiátricos). La sección sobre la salud reproductiva provee información detallada sobre los beneficios y los riesgos de una gran variedad de métodos anti-conceptivos, incluyendo agentes farmacéuticos. Seguramente podría haberse incluído datos comparables sobre los medicamentos psiquiátricos, ya que las mujeres constituyen su mercado principal.

Al tanto que los países "en desarrollo" perciben que sus pueblos están "madurandose" hacia las enfermedades de la modernidad, aumentará el que ciertos problemas sean vistos dentro de un marco psiquiátrico, aunque el gobierno haya abandonado su compromiso a proveer servicios de salud mental efectivos en los Estados Unidos. Impedimentos a la salud mental -- ya sean en la forma de enfermedades serias o en la forma del estigma de una etiqueta médica con cargo socio-politico -- es un peso adicional que Ilevan muchas mujeres mientras intentan manejar el sistema de salud y mantener su bienestar. Esta realidad debe ser tratada como parte del contexto de fondo, contexto "promedio," dentro del cual las mujeres luchar por su salud. Igualinente, casi no se mencionar las enfermedades infecciosas que no son transmitidas por vías sexuales, aunque la tuberculosis es un problema serio en las comunidades pobres en los E.E.U.U. (incluyendo entre las encarceladas).

Hay muchas otras condiciones y maneras de ser que son tratadas en el texto como casos parentéticos o excepciones a las reglas. Estos incluyen las enfermedadas crónicas como la diabetes y la alta presión, y los impedimientos físicos. Pero para las poblaciones a quienes está dirigido el libro, éstas no son condiciones "raras" o poco comunes. Por Io tanto, cuando en las secciones sobre el embarazo y los anti-conceptivos presentan a la mujer diabética como una categoría de altísimo riesgo que no puede tener un embarazo agradable y saludable, y que no puede utilizar la píldora anti-conceptiva, esto les manda a estas mujeres un mensaje desolador y contrario a la misión de Nuestros Cuerpos de apoderar a las mujeres. En realidad, las mujeres hipertensas y diabéticas así como aquellas con algunos impedimientos físicos, pueden dar a luz o evitar el embarazo y mantener su salud, y deben leer sobre esto en Nuestros Cuerpos.

Este problema de perder de vista cuán diversas son las lectoras, cuantas salen de las estrechas definiciones biomédicas de "Io normal," no ocurre en la tercera sección del libro, que está muy bien escrita y trata sobre las relaciones y la sexualidad. lncluye una fascinante historia de las organizaciones lésbicas en México, así como materiales más comunes sobre el poder y la sexualidad que reflejan el hecho de que muchos tipos de mujeres son seres sexuales. Las posibilidades del placer y las experiencias del abuso son ambas presentadas como realidades representativas para muchas mujeres, y el libro sirve para combatir al aislamiento y la desinformación. Para aquellas lectoras que se enfrentan a la censura, las fotos son bastante pocas e inocentes, y no reflejan las descripciones detalladas y útiles de cómo darse placer a una misma o a otros(as).

Seré breve en discutir las últimas dos secciones del libro (maternidad y sistema reproductivo), porque con la excepción del capítulo sobre el aborto, estas partes son las más parecidas a la versión del texto en inglés. Estas secciones reflejan el entusiasmo y compromiso del grupo original del Boston Women's Health Book Collective, y siguen siendo el manual más completo para las mujeres que quieren vigilar su salud en estas áreas. Las lectoras de Nuestros Cuerpos sabrán más que el médico promedio que practica en las cárceles: los médicos en estas instituciones tienen mis probabilidad de ser midicos "impedi- dos" (médicos bajo supervisión amplificada de parte de su asociación profesional por causa de una carrera con evidencia de irregularidades). El libro de texto más utilizado sobre la salud en las prisiones, Clinical Practice in Correctional Medicine de Michael Puisis, tiene un total de 25 páginas sobre la salud de la mujer, en contraste con las 605 de Nuestros Cuerpos.

Más allá de su utilidad para el mantenimiento personal de la salud y para el organizer activismo enfocado sobre la salud, las lectoras pueden considerar el uso de Nuestros Cuerpos para otros propósitos. Debido a su amplio material, se puede utilizar como libro de texto en clases de español, de estudios de la mujer, de salud pública, y en cursos sobre la mujer en Latinoamérica. Las mujeres que faltan de esperanza y motivación pueden tomar aliento de los ejemplos inspiradores, así como del espíritu creador de Julia de Burgos, Claribel Alegría, Marjorie Agosín (entre otras), cuyas obras son incluídas en el texto. Hay que felicitar al Boston Women's Health Book Collective por haber desarrollado un proceso que ha producido un texto tan rico e inclusivo.

Ana Ortiz es una profesora de antropología médica en la Universidad de Arizona.

© Sojourner, 2001.

English version of this article.

 

 

 

 

 

 
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